Hacer las fotos del bebé recién nacido de una pareja a la que ya he fotografiado antes es una experiencia que me encanta.

Después de conoceros en la sesión de embarazo nos encontramos de nuevo con vuestro bebé en brazos, y es increíble ver vuestra cara de satisfacción, a pesar del cansancio, de los miedos y del torbellino que suponen los primeros días de vida del bebé, sobre todo cuando sois primerizos.

Me ocurre sobre todo con las mamás, a las que de pronto veo como mujeres empoderadas, fuertes y capaces de todo. Con esa energía y determinación que sacamos no se sabe muy bien de donde y que parece que estaba ahí latente, esperando a que llegara su momento.

Y esos papás dispuestos a todo, que parece que hayan criado a una docena de hermanos, pañal en mano en cuanto intuyen un olor sospechoso.

Poder compartir estos momentos con vosotros es muy gratificante, y soy una afortunada de vivir continuamente la experiencia de ver como os convertís en una familia.

Podéis ver la sesión de embarazo que hicimos antes de la llegada de Cristian aquí.

Tenéis más información de las sesiones newborn haciendo click aquí.

Me encanta cuando en las sesiones newborn participa toda la familia.

Creo de verdad que las fotos que acabarán teniendo más valor para vosotros no son aquellas en las que el bebé está perfectamente colocado, sino las que consigan emocionaros y transportaros de nuevo a lo que sentíais en ese momento.

Sus ronquiditos al dormir profundamente, esa piel finísima y suave que se iba escamando, la forma en que os agarraba un dedo con esa manita minúscula… Todo eso que parece insignificante pero que lo es todo.

Por eso me gusta escoger telas y fondos sencillos, con colores suaves, que no nos distraigan de lo verdaderamente importante: vosotros.

Las fotos de detalle (manos, piececitos, ese mechón de pelo rebelde que es imposible domar) también están muy presentes en mis sesiones newborn.

Si queréis un recuerdo como este, podéis empezar haciendo click aquí.

Las sesiones newborn son aún más especiales si cabe cuando nos acompañan los hermanos mayores.

Al ser sesiones largas que requieren un entorno tranquilo, y para que podamos centrarnos en el bienestar del bebé sin que el hermano mayor se sienta desplazado, os recomiendo que el papá (u otra persona que os acompañe) se quede con ellos jugando en el parque que tenemos cerca del estudio o dando un paseo.

Una vez el bebé está dormido, les avisamos y realizamos todas las fotos de ellos dos juntos, y también aquellas fotos familiares en las que vaya a salir el papá y la familia al completo.

De esta forma los hermanitos no se aburren, evitamos situaciones de celos y la sesión fluye mejor. El resultado son unas fotos súper tiernas y de gran valor para los papás.

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