La sesión de embarazo de Maribel, que hicimos en mi estudio en Marratxí, fue todo un ejemplo de a qué me refiero cuando digo que, por mucho que planifiquemos la sesión, vamos a acabar improvisando (sobre todo si participan niños como en este caso).

Además de para conseguir unas fotos preciosas la sesión nos sirvió para que su hijo "mayor" y yo nos conociéramos y empezara a acostumbrarse al espacio de cara a la sesión de recién nacido cuando llegara su hermanita.

Al ser tan pequeño y no saber cómo reaccionaría con la llegada del bebé, hasta el último momento no decidimos si la sesión sería en estudio o a domicilio para mayor comodidad de la familia.

Finalmente la hicimos en estudio y fui maravillosamente bien, ¡los peques nunca dejan de sorprendernos con su capacidad de adaptación!